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Minimalidades que se tornan Caóticas…

Hoy cuando salí de la casa pensé, wau que bello día, perfecto para ir a la playa y comer verdaderamente bien, acompañado de unas buenas copas de vino; La realidad fue mas frustrante aun… cuando en realidad me di cuenta que me dirigía al trabajo y no iría a la playa como soñé estando despierto minutos antes de salir de la casa. Paso el tiempo y recibí una grata invitación de unos amigos a almorzar a lo cual acerté diciendo sin que nadie entendiera "perfecto, playa no, me conformo con la comida"; nos dirigimos a un lugar el cual omitiré el nombre por razones un tanto profesionales y allí encontré uno de los platos que mas que sencillos rigen a la cocina Italiana de antaño… unos fetuccines al pesto.

Después que ordenamos e hicimos reverencia a una buena botella de Montepulciano D' Abruzzo de la casa Farnese en cosecha 2004 (Reserva por cierto), empiezan a llegar los platos los cuales se veían como presentaciones artísticas dignas de un festival gastronómico, todo el mundo empieza a comer y a comentar sobre su plato y yo que tengo una vieja manía que percibir y aprovechar los olores del plato antes de comenzar me doy cuenta que algo huele a PODRIDO… si, si, a podrido; me dije no puede ser intentémoslo de nuevo y enrollo un poco en el tenedor y procedo a llevarlo casi a la boca pero voy en el camino respirando y ese fuerte y feo olor se tornaba mas y mas pesado… decido pues como comensal con derechos, devolver el plato y decirle al camarero con todo el respeto posible que el mencionado fuera cambiado.

Después del tiempo prudente de espera de un nuevo plato, llega lo ordenado y realmente con mejores olores (No los que debería, pero mejores) decido comer un poco pues el hambre apremiaba, termine y de lo molesto que me sentía ordene la cuenta; TAN TA TA TAN… dos platos de lo mismo habían sido cargados a lo que rápidamente me negué y mande a buscar un supuesto Maître que no sabia mucho del tema, minutos de discusión surgieron cuando al final acordamos yo conocer al cocinero y ver sus productos pues insistía en algo podrido. Me entran a la cocina y la veo impecable en cuanto a limpieza, me introduzco al cocinero que en realidad resulto ser un ayudante pues el chef no estaba en casa; le pedí a manera de respeto que me realizara un plato al pesto y observe detenidamente cada parte del proceso, el resultado fue el siguiente: primero empezó a hervir la pasta que cuando estaba al dente saco monto en plato, procedí a oler y todo estaba correcto… mientras hervía la pasta realizaba la salsa la cual también procedí a olfatear y todo estaba correcto… por ultimo mezclo todo y presento un bello plato que solo parecía sacado de la película Hulk, lo interesante fue olfatear este plato y decirle que ese estaba excelente en cuanto a la frescura del olor del pesto clásico y le digo que por obligación le tiene que haber faltado algún ingrediente que le echo en los platos pasados, toma un platillo con queso polvoreado y Zass… vuelve el olor maldito que pudiese tumbar la racha del mejor chef del mundo, tomo el platillo el queso y lo olfateo y realmente estaba dañado, le dije que me buscara la fuente que contenía este material y me sorprendió tanto ver en un restaurante de una fama un tanto media-alta servir queso parmesano KRAFT (Sin ofender a los usuarios) y encima nadie había chequeado que ya tenia dos… ojo DOS meses vencido… increíble, solo le dije que si podían lo cambiaran y me marche sin muchas ganas de volver…

Soy Franklin Vizcaíno y esta es la triste historia de uno de los días mas bellos de mi vida que se torno al final en una falta flagrante y una vil ofensa a la gastronomía, a los gastrónomos y a los comensales por un estúpido y vencido QUESO SINTÉTICO.

Hasta la próxima!!

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